El escriba egipcio.
Los escribas del antiguo Egipto eran los encargados de inscribir, clasificar, contabilizar y copiar, utilizando varios tipos de escritura, como la hierática o demótica, que permitía escribir rápidamente, con la ayuda de un cálamo sobre papiros u ostracas.
Su atuendo era simple, era una falda hecha de lino o algodón. Los escribas pertenecían a una casta especial. En Egipto, el buen funcionamiento del Estado reposaba, esencialmente, en los escribas. Administradores, contables, literatos o escribanos públicos, estos maestros del cálculo y la escritura eran omnipresentes. Trabajaban en todos los departamentos de la administración, llegando incluso a ser escribas reales, dominando la administración central.
En principio, los escribas eran escogidos entre aquellos privilegiados que habían sido formados en el entorno de la familia real. Al final del Antiguo Imperio, el desarrollo de la administración conllevó la aparición de una casta de escribas. Los cargos se transmitían, generalmente, de padres a hijos.
Representación de un escriba egipcio.
Elementos de trabajo de un escriba. Saquillo ceñido con cuerdas para guardar las pastillas de tinta seca y un estuche de juncos para pinceles.
Escriba en jeroglífico (2700 a.C.), en hierático (1300 a.C.) y en demótico (400 a.C.)
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